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Tapires, amores eternos y aguacates

Hyades, aguacate y tapir

Tapires, amores eternos y aguacates

Estamos inmersos en un universo infinito, lleno de mundos y estrellas, cuando por la noches obsevamos el firmamento siempre nos preguntamos, ¿qué habrá allí?. Nos contamos historias maravillosas sobre el origen de los astros y del firmamento, cuentos y leyendas que fueron narradas a lo largo de milenios por personas especialmente sensibles a la luz de las estrellas.

Constelaciones con historias de amor

Una de esas historias es la que os quiero presentar hoy, una breve leyenda sobre el origen de Las Pléyades, Orión, y Las Hyades.

Seriokai y su esposa

Hace mucho, mucho tiempo, vivía en la selva de la Guayana, un joven llamado Seriokai y su bellísima esposa, muy aficionado a los aguacates, le gustaban tanto que pasaba gran parte de su tiempo recolectándolos.

Uno de esos días estando lejos de casa buscando aguacates, llegó a su campamento un Tapir, que al ver a la esposa de Seriokai, éste se quedó enamorado de ella al ver tanta belleza. Y como el tapir es conocido por ser un animal muy astuto consiguió que ella también se enamorase locamente de él.

El Tapir y la mujer decidieron huir juntos muy lejos, llevándose consigo una gran cesta llena de aguacates para ir comiendo por el camino

Cuando Seriokai volvió y se enteró de lo ocurrido, ciego de celos y venganza, tomó su arco y flechas para ir tras ellos y recuperar a su esposa. EL camino fué largo pues ya le llevaban muchisima ventaja, pero pudo guiarse por el rastro de árboles de aguacate que iban creciendo por el lugar donde habían pasado los dos amantes mientras tiraban las nueces de los aguacates de los que se iban alimentando.

En el límite del mundo

Finalmente llegó al límite del mundo, donde vio a la pareja fugitiva. Le disparó una flecha al Tapir, que le golpeó en un ojo. Aullando de dolor, la bestia saltó sobre el borde del mundo. Siguiendo su amor, la mujer saltó también. Seriokai continuó persiguiéndolos por el cielo.

Él los sigue aún hoy en día, porque se convirtió en Orión, la esposa en las Pléyades, y el malvado Tapir en las Hyades, con su ojo sangrante que es la estrella gigante roja Aldebarán.

En la Mitología Griega

Las Hyades o Híades (también Híadas) eran las doce ninfas hijas de Atlas (Titán condenado a llevar eternamente el mundo sobre sus hombros) y Etra, quienes también tuvieron un hijo varón, llamado Hyas. Atlas también engendró junto a Pleione a Las Pléyades, así es que todas eran hermanas. Un día, cuando Hyas estaba de cacería, fue atacado por un león y murió. El llanto de sus hermanas, las Hyades, fue oído por los dioses, y fueron transformadas en estrellas y colocadas fuera del alcance del león (la constelación de Leo), pues se asoman por el horizonte 6 horas después que Leo. En el cielo continúan, llorando, y con ello provocan las lluvias.